domingo, 17 de agosto de 2014

"Spain is different"


'Spain is different' ('España es diferente') hoy día significa algo así como: mirad nuestro país, pretendiendo ser una potencia, pretendiendo formar parte de la élite de Europa, y en realidad nuestro nivel socioeconómico es más bien parecido al de muchos países en vías de desarrollo (no insultaré a nuestros vecinos africanos insinuando que somos tercermundistas, porque lo suyo sí que es grave y en comparación nosotros nos quejamos por ná de ná...).

¿Wut?

No tengo conocimiento sobre cuándo o quién rescató esta frase en los últimos años. La palabra no es 'rescatar' sino 'reforzar', probablemente. Quizás fue a raíz del 15-M, con todas esas viñetas estilo Españistán. Quizás siempre se ha usado pero hasta hace poco no le hemos prestado atención. No importa, el caso es que esta frase - pocas veces bien pronunciada, por cierto - es usada por un sector joven de la población. Todos sabemos aquí que los sucesivos gobiernos han ido recortando temario educativo progresivamente, y la asignatura de Historia es una de las grandes perjudicadas (yo, en 2009, estudié Historia de España con el culo, porque de la dictadura me tuve que aprender tres fechas y siete leyes, poco más). No estoy exculpando a nadie, pero tal vez esta ausencia de memoria histórica es la explicación de que mucha gente no tenga ni idea de que esta frase que le parece tan maravillosa, con gancho, ¡en inglés!, tan reivindicativa... es en realidad un slogan del franquismo.

Manuel Fraga Iribarne (de blanco)

Fraga, gallego de nacimiento (en serio, mi padre hizo un mal negocio siendo gallego... Fraga, Franco, Rajoy, de allí no sale nada bueno aparte de sus patatas, sus terneras y su marisco) y facha hasta las trancas, es el artífice del 'Spain is different'. He leído por ahí que algunos dudan de su origen, que tal vez fue un inglés, un ruso o yo qué sé. El caso es que el que entonces fuera ministro de Turismo decidió usar este slogan entre los años 40 y 60 del siglo pasado.



Recordemos que España sufría una dictadura en una Europa que se había 'librado' del fascismo: Italia, Alemania, ¿Francia?, ¿Rusia?. Franco era amiguito de Hitler y Mussolini, pero quizás porque nunca quiso invadir Polonia (me meo, en serio, es la puta de Europa, la consigue cualquiera), porque nuestros aviones eran de cartón-piedra o porque siempre hemos sido una parte olvidada del Viejo Continente por tener más ascendencia árabe que romana o sajona, a los españoles nos dejaron en paz. Entiéndase esto como: no quisieron mandar al quinto carajo a un enanito que tenía a un país entero agarrado por los cojones. Vale, quizás me estoy excediendo. Las clases de Historia sobre el s. XX quedarán para otro día.

Con toda esta parrafada lo que quería ilustrar era lo apartada que estaba España del resto de Europa. El franquismo cerró las puertas a la globalización desde muy temprano y para cuando se quiso mezclar con el resto del mundo era demasiado tarde. El proteccionismo de la dictadura es lo que hoy día nos hace ser tan completamente diferentes de nuestros vecinos del €. En aquel entonces, Fraga, muy inteligente, usó esa baza para su slogan turístico.

Sierra, costa, toros y olé

Pese a todas las barbaridades que puedan salir de mi boca cada vez que hablo de Fraga, hay que reconocer que es 'gracias' a él y a los de su misma especie que España sea uno de los destinos indispensables en cada agencia de viajes del mundo. Aquí todo es barato. Lo que en nuestra tierra entendemos por un hotel de 3 estrellas es, en el resto del universo, uno de 4 ó 5. Y a la mitad de precio, probablemente. Tenemos la dieta mediterránea que, excúsenme italianos, franceses y griegos, debería llamarse dieta española porque somos los únicos que de verdad la disfrutamos día a día. Tenemos un patrimonio histórico que ni los chinos. Tenemos complejos turísticos de gran nivel a bajos precios en primera línea de costa (creo que he escuchado a un ecologista gimiendo en algún rincón). Tenemos un clima envidiable, con playas envidiables, chiringuitos envidiables, paellas envidiables... En fin, ya conocéis el percal y los clichés.

España vive del turismo.

Volvamos al franquismo. En esa época, como dije, ser diferentes al resto de Europa era algo que tenía que ser usado en beneficio para España. ¿Qué mejor forma que coger una frase sencilla que pueda ser traducida al inglés y poner fotos 'curiosas' de la tierra para que los extranjeros sintieran la necesidad de conocer este país tan... retrasado y exótico?

Algunos extranjeros realmente piensan que aquí nos vestimos así a diario...

Aquí vemos cómo se tira del estereotipo español, país de castañuelas y flamenco. Aquí somos todos muy de campo, muy felices, muy hogareños, cuidamos nuestro patrimonio histórico porque nos encantan nuestras raíces. No somos la peste industrializada en la que se ha convertido el resto de Europa. España es diferente, venid a descansar aquí cuando tengáis vacaciones. Qué mejor sitio para veranear en un país donde se conserva el espíritu rural y tranquilo que existía antes de las dos Guerras Mundiales, pero al mismo tiempo está lo suficientemente desarrollado como para tener unos hoteles y una preparación turística que el resto de Europa podía envidiar.

Carteles de 1949, 1950 y 1962 (ya sin comillas)
Los europeos, tras un período convulsivo, eran países destrozados con ciudadanos destrozados (pero con trabajo y sueldo, eh). España les ofrecía playas y librarse de preocupaciones. También paisajes y ciudades históricas, sólo para ellos, turistas. Y el turismo se disparó, con sus beneficios económicos correspondientes. Sin ironía alguna, debo reconocer que Fraga y compañía hicieron un estupendo trabajo como ministerio de Turismo. No hay más que ver que, a día de hoy, se sigue usando esa frase.

Entendiéndolo en el bueno o mal sentido, todos aquí tenemos que admitir que España, realmente, es diferente.


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