El ¿blockbuster? del verano. Ojalá Mascotas consiga superarlo en ingresos.
Amanda Waller plantea una posibilidad al Gobierno, ante la frágil situación del país ante un hipotético ataque de los metahumanos. ¿Y si para combatir a esos enemigos se recurriera a los que son capaces de causar un mayor daño, los peores villanos del país? Con esta idea, se gesta el Escuadrón Suicida, un grupo de ocho criminales cuya única posibilidad para seguir con vida es atenerse a las órdenes de Waller en un misión que parece... suicida.
DC Comics se estrelló con Batman v. Superman, y así lo dije en la entrada que le dediqué a la película. Un destrozo absoluto, que luego parece ser que se redimió parcialmente gracias a la versión extendida sin cortes (lo cual apoya mi teoría de la "edición de mierda" que hicieron con ella). Entonces, la esperanza se centró en Escuadrón Suicida, la película gamberra y divertida que DC ofrecía para el verano de 2016, en un tono completamente distinto al de sus fallidos proyectos de Batman o Superman. Cuando la estrenaron las críticas, sin embargo, no fueron nada positivas. Rotten tomatoes le da - a día de hoy - una aprobación del 27% (hay una petición en Change.org para que cierren la página...) y es difícil encontrar una crítica profesional favorable a la película de David Ayer. Aun así, fui valiente y me atreví a pagar una entrada de cine por lealtad a DC. He aquí mis consejos:
1º: NO ver Suicide Squad.
2º: En el hipotético caso de que tus instintos masoquistas prevalezcan sobre tu raciocinio, ve a verla en VOSE (me han comentado que el doblaje es lamentable, y tampoco hay diálogos memorables que te puedas perder si eres incapaz de seguir los subtítulos).
3º: Si además de verla, lo haces con doblaje, te recomiendo que de vuelta a casa compres un cilicio para completar tu rutina de penitencia.
Ahora, en serio, ¿por qué he salido espantada del cine? Son múltiples las razones e intentaré acordarme de todas ellas (han pasado ocho días en los que mi mente ha podido borrar partes del evento traumático para protegerme).
La primera, y más obvia, es que uno no puede estar en misa y repicando. O, traducido al idioma de la película, no puedes ser una película oscura y profunda al mismo tiempo que desvergonzada y humorística. En el supuesto caso de que la intención fuera mezclar ambos tonos, es bastante difícil lograr un equilibrio óptimo. Más aún con los guionistas y directores que DC está consiguiendo en la tómbola de una feria de pueblo.
Sin hacer spoilers, diré que la obsesión de DC por distanciarse del estilo de Marvel (más relajado, más centrado en la acción y la diversión) les ha llevado a desaprovechar una bala en su cargador. Escuadrón Suicida era una película para desconectar, entretener, sorprender. No era el momento de darle profundidad a unos personajes que no la merecen o necesitan, ni tampoco el momento de volver a usar un filtro negro como la pez en una película que se había anunciado casi con neones. La estética que se espera al ver el póster o el tráiler de E.S. es muy diferente de la que uno se encuentra una vez sentado frente a la pantalla.
Porque no hay nada más ridículo que querer hacer profundos y sensibles a un grupo de villanos en una película en la que no hay héroe. Vuelvo a repetirlo: villanos. Villanos. Villanos. Malos, malotes, cafres, caca. Son criminales, como bien se explica al principio de la película. Y aunque todos estamos deseando ver a Will Smith hacer de... Will Smith, el producto que se había vendido era, a grandes rasgos, una "locura padre" con ocho delincuentes trabajando para el Gobierno muy a su pesar. Llamadme loca, pero de un villano yo espero que me demuestre lo malo que es, no su lado más humano y generoso. ¿No me los habían presentado como los MÁS peligrosos del planeta?
Esa es otra. La peligrosísima chica del bate (Harley Quinn). Con una historia expresada a base de flashbacks completamente innecesarios, con unos planos repugnantemente machistas y con una actriz que, pese a hacerlo bien, tenía un diálogo de pena. Leí en algún sitio que parecía una Phoebe de Friends desubicada, y no puedo estar más de acuerdo. Supuestamente debía hacer gracia, pero las situaciones y las frases eran tan forzadas que me sentía mal cada vez que hablaba. Pero la guinda del pastel es el Joker de Jared Leto. Me duele bastante porque me gusta mucho ese actor, pero su Joker es una caricatura penosa que sólo se dedica a respirar fuerte como un gato obeso. Ha sido un gancho de marketing, pues su presencia en la historia era prescindible al cien por cien. Dejaré caer también mi cabreo al ver que la relación entre Harley Quinn y el Joker que muestra la película se la han sacado de la manga.
Luego tenemos la música. Eminem y Queen podrían ponerse a llorar, como casi hice yo al salir del cine. Qué horror, qué desastre. Cómo puedes hacer una selección de canciones tan buena y luego usarla de manera tan lamentable. No me lo explico. Quizás lo hacen queriendo, sabiendo que estoy en mi casa con una arteria a punto de explotarme en la cabeza. Y los filtros. Con ese montaje. Señores, el objetivo es que yo pueda ver la película, no que tenga que averiguarla. Para ver sombras chinas ya está el circo. Nefasto trabajo de edición, con esos flashbacks, esa eterna oscuridad (en una película que destilaba color en su promo), esos cortes de planos, esos combates tan caóticos... No se salva nada.
Las inconsistencias del guión (no las pondré para no hacer spoiler, pero son apabullantes) podrían haberse resuelto con un buen grupo de personajes. Harley Quinn está al borde del aprobado, Joker completamente suspenso, Deadshot es quizás lo mejor (decir que Will Smith es lo mejor de una película es bastante elocuente de por sí), y el resto... como si no existiera (ni siquiera Encantadora, el enemigo a batir). Hay un gran desequilibrio en el peso que tiene cada uno de los villanos, además de una historia incongruente que no puede soportar el peso de todos esos errores. Son ocho criminales que pretenden ejercer el papel de mártires o héroes, cuando no debería ser así. Ya no como debate filosófico sobre la capacidad de reformarse a uno mismo, sino porque al final de la película siguen siendo villanos y toda la parafernalia sensiblera/oscura "pseudo-Nolan"no termina de cuajar.
Ya tuvimos suficiente con Superman. Luego llegó el nuevo Batman. Y, cuando tenían la oportunidad de demostrar que podían hacer las cosas bien, van y nos ofrecen más de lo mismo (pero peor). Hasta aquí hemos llegado. DC debe replantearse seriamente qué tónica quiere seguir, e ir a por todas de una vez. Quieren complacer a todos pero sin satisfacer a nadie. Escuadrón Suicida prometía ser, como dije, un proyecto gamberro y descarado; se ha quedado en un desastre sin pies ni cabeza en el que han querido engancharnos con un Joker que ha resultado bastante escatológico (una mierda, dicho claramente) y un proyecto con villanos que probablemente tirarán a la basura porque no les ha quedado nada que aprovechar. Ni una sola risa durante toda una película que pretendía hacernos reír. Estaba espantada. Batman vs. Superman fue decepcionante, aunque admisible, pero Escuadrón Suicida ha superado el límite de lo bajo que puede caer una superproducción.
En resumen, La Liga de la Justicia es su última (¡¡¡ultimísima!!!) oportunidad.
Amanda Waller plantea una posibilidad al Gobierno, ante la frágil situación del país ante un hipotético ataque de los metahumanos. ¿Y si para combatir a esos enemigos se recurriera a los que son capaces de causar un mayor daño, los peores villanos del país? Con esta idea, se gesta el Escuadrón Suicida, un grupo de ocho criminales cuya única posibilidad para seguir con vida es atenerse a las órdenes de Waller en un misión que parece... suicida.
DC Comics se estrelló con Batman v. Superman, y así lo dije en la entrada que le dediqué a la película. Un destrozo absoluto, que luego parece ser que se redimió parcialmente gracias a la versión extendida sin cortes (lo cual apoya mi teoría de la "edición de mierda" que hicieron con ella). Entonces, la esperanza se centró en Escuadrón Suicida, la película gamberra y divertida que DC ofrecía para el verano de 2016, en un tono completamente distinto al de sus fallidos proyectos de Batman o Superman. Cuando la estrenaron las críticas, sin embargo, no fueron nada positivas. Rotten tomatoes le da - a día de hoy - una aprobación del 27% (hay una petición en Change.org para que cierren la página...) y es difícil encontrar una crítica profesional favorable a la película de David Ayer. Aun así, fui valiente y me atreví a pagar una entrada de cine por lealtad a DC. He aquí mis consejos:
1º: NO ver Suicide Squad.
2º: En el hipotético caso de que tus instintos masoquistas prevalezcan sobre tu raciocinio, ve a verla en VOSE (me han comentado que el doblaje es lamentable, y tampoco hay diálogos memorables que te puedas perder si eres incapaz de seguir los subtítulos).
3º: Si además de verla, lo haces con doblaje, te recomiendo que de vuelta a casa compres un cilicio para completar tu rutina de penitencia.
Ahora, en serio, ¿por qué he salido espantada del cine? Son múltiples las razones e intentaré acordarme de todas ellas (han pasado ocho días en los que mi mente ha podido borrar partes del evento traumático para protegerme).
La primera, y más obvia, es que uno no puede estar en misa y repicando. O, traducido al idioma de la película, no puedes ser una película oscura y profunda al mismo tiempo que desvergonzada y humorística. En el supuesto caso de que la intención fuera mezclar ambos tonos, es bastante difícil lograr un equilibrio óptimo. Más aún con los guionistas y directores que DC está consiguiendo en la tómbola de una feria de pueblo.
Sin hacer spoilers, diré que la obsesión de DC por distanciarse del estilo de Marvel (más relajado, más centrado en la acción y la diversión) les ha llevado a desaprovechar una bala en su cargador. Escuadrón Suicida era una película para desconectar, entretener, sorprender. No era el momento de darle profundidad a unos personajes que no la merecen o necesitan, ni tampoco el momento de volver a usar un filtro negro como la pez en una película que se había anunciado casi con neones. La estética que se espera al ver el póster o el tráiler de E.S. es muy diferente de la que uno se encuentra una vez sentado frente a la pantalla.
Y esos tatuajes...??? |
Porque no hay nada más ridículo que querer hacer profundos y sensibles a un grupo de villanos en una película en la que no hay héroe. Vuelvo a repetirlo: villanos. Villanos. Villanos. Malos, malotes, cafres, caca. Son criminales, como bien se explica al principio de la película. Y aunque todos estamos deseando ver a Will Smith hacer de... Will Smith, el producto que se había vendido era, a grandes rasgos, una "locura padre" con ocho delincuentes trabajando para el Gobierno muy a su pesar. Llamadme loca, pero de un villano yo espero que me demuestre lo malo que es, no su lado más humano y generoso. ¿No me los habían presentado como los MÁS peligrosos del planeta?
Esa es otra. La peligrosísima chica del bate (Harley Quinn). Con una historia expresada a base de flashbacks completamente innecesarios, con unos planos repugnantemente machistas y con una actriz que, pese a hacerlo bien, tenía un diálogo de pena. Leí en algún sitio que parecía una Phoebe de Friends desubicada, y no puedo estar más de acuerdo. Supuestamente debía hacer gracia, pero las situaciones y las frases eran tan forzadas que me sentía mal cada vez que hablaba. Pero la guinda del pastel es el Joker de Jared Leto. Me duele bastante porque me gusta mucho ese actor, pero su Joker es una caricatura penosa que sólo se dedica a respirar fuerte como un gato obeso. Ha sido un gancho de marketing, pues su presencia en la historia era prescindible al cien por cien. Dejaré caer también mi cabreo al ver que la relación entre Harley Quinn y el Joker que muestra la película se la han sacado de la manga.
Luego tenemos la música. Eminem y Queen podrían ponerse a llorar, como casi hice yo al salir del cine. Qué horror, qué desastre. Cómo puedes hacer una selección de canciones tan buena y luego usarla de manera tan lamentable. No me lo explico. Quizás lo hacen queriendo, sabiendo que estoy en mi casa con una arteria a punto de explotarme en la cabeza. Y los filtros. Con ese montaje. Señores, el objetivo es que yo pueda ver la película, no que tenga que averiguarla. Para ver sombras chinas ya está el circo. Nefasto trabajo de edición, con esos flashbacks, esa eterna oscuridad (en una película que destilaba color en su promo), esos cortes de planos, esos combates tan caóticos... No se salva nada.
Hacer de loca o sobreactuar... ¿dónde queda el límite? |
Las inconsistencias del guión (no las pondré para no hacer spoiler, pero son apabullantes) podrían haberse resuelto con un buen grupo de personajes. Harley Quinn está al borde del aprobado, Joker completamente suspenso, Deadshot es quizás lo mejor (decir que Will Smith es lo mejor de una película es bastante elocuente de por sí), y el resto... como si no existiera (ni siquiera Encantadora, el enemigo a batir). Hay un gran desequilibrio en el peso que tiene cada uno de los villanos, además de una historia incongruente que no puede soportar el peso de todos esos errores. Son ocho criminales que pretenden ejercer el papel de mártires o héroes, cuando no debería ser así. Ya no como debate filosófico sobre la capacidad de reformarse a uno mismo, sino porque al final de la película siguen siendo villanos y toda la parafernalia sensiblera/oscura "pseudo-Nolan"no termina de cuajar.
Ya tuvimos suficiente con Superman. Luego llegó el nuevo Batman. Y, cuando tenían la oportunidad de demostrar que podían hacer las cosas bien, van y nos ofrecen más de lo mismo (pero peor). Hasta aquí hemos llegado. DC debe replantearse seriamente qué tónica quiere seguir, e ir a por todas de una vez. Quieren complacer a todos pero sin satisfacer a nadie. Escuadrón Suicida prometía ser, como dije, un proyecto gamberro y descarado; se ha quedado en un desastre sin pies ni cabeza en el que han querido engancharnos con un Joker que ha resultado bastante escatológico (una mierda, dicho claramente) y un proyecto con villanos que probablemente tirarán a la basura porque no les ha quedado nada que aprovechar. Ni una sola risa durante toda una película que pretendía hacernos reír. Estaba espantada. Batman vs. Superman fue decepcionante, aunque admisible, pero Escuadrón Suicida ha superado el límite de lo bajo que puede caer una superproducción.
En resumen, La Liga de la Justicia es su última (¡¡¡ultimísima!!!) oportunidad.