Outlander, una desconocida palabra inglesa que significa 'forastero', 'extranjero' o incluso 'extraño', es el nombre del primer libro de una saga escrita por Diana Gabaldon. En español este título se tradujo como Forastera, aunque la serie basada en la novela se ha mantenido igual que el original en nuestro país. Serie desconocida para los que no hayan oído hablar de los libros, y que he empezado a ver por las buenas críticas.
Sinopsis
Claire Randall es una enfermera del siglo XX que tras finalizar la Segunda Guerra Mundial decide viajar hasta Escocia con su marido, de quien ha estado separada durante el conflicto. Allí, tras entrar en un círculo de piedras sobre el que circulan muchas leyendas, ve su vida completamente alterada cuando es trasladada un par de siglos atrás. Concretamente al año 1743, en plena rebelión jacobita, únicamente escudada por su ingenio y sus conocimientos médicos. Deberá sobrevivir en un peligroso mundo completamente nuevo y regresar a su propia época, donde espera su marido.
Comencé hace poco a ver la serie de Outlander. Debo admitir que ha sido más por los libros que por las críticas que he leído, ya que la novela de Diana Gabaldon me conquistó. Pero tampoco he podido avanzar mucho (hoy veré el sexto capítulo), por el mismo motivo que he dejado el blog un poco vacío: la falta de tiempo libre, que tengo que dedicarlo a estudiar el MIR. Es una mierda, así de claro. Pero voy a intentar darle vida de nuevo a este blog con esta crítica, que completaré una vez que termine la temporada.
Volviendo al tema que nos interesa y dejando mi vida a un lado, diré que Outlander es una serie muy especial. La sinopsis que nos ofrecen Filmaffinity o IMDB sugiere más bien una historia romántica, un triángulo amoroso y escoceses con faldas. Si bien ésa es una descripción bastante acertada, la fuerza de Outlander no radica en la relación entre los personajes, sino la contextualización histórica y la fuerza de dichos personajes.
Si no te atrae lo escocés, la historia o que la protagonista sea una mujer, vuelve por donde has venido. Y si cualquier tipo de romanticismo te repugna, mejor que tampoco sigas leyendo. Porque Outlander es amor, en una fórmula que no deja de lado la acción, el drama o la veracidad histórica, de tal modo que "hasta un hombre" (sí, porque varios estudios han demostrado que el cerebro femenino se desarrolla, y los testículos y el pene encogen, si ves más de diez segundos de romance) podría soportar más de un capítulo. Obviando el machismo de esta conclusión, procederé a destacar los puntos fuertes que he podido ver en estos primeros cinco capítulos.
1. Las interpretaciones: los personajes del libro, sobre todo los femeninos, son fuertes y sólidos. Un reparto mediocre no hubiera podido ensalzar lo mejor de la versión en papel, y el eslabón esencial de Outlander. Claire Randall es una protagonista con carácter y Caitriona Balfe se ha puesto el traje de amazona de maravilla. Jamie Fraser, con su encanto, se ha visto perfectamente representado en los rizos juveniles de Sam Heughan. Pero el gran olvidado en todas las críticas es Tobias Menzies, que acapara toda la atención en el instante en que aparece en pantalla (spoiler: ¡y eso que tiene que hacer de dos personajes!). Más camaleónico y poderoso que ambos protagonistas, creo que es justo reconocer que es el actor que mejor se ha desenvuelto.
2. La historia: si bien creo que los personajes son lo mejor que nos puede dar la serie (o el libro), su evolución y crecimiento se debe en gran parte al desarrollo de la historia. Sin prisa pero sin pausa, como suelo decir. Deja que las cosas evolucionen a su ritmo, pero sin detenerse, lo cual ayuda a que conectemos con los personajes y al mismo tiempo a mantener esa tensión que necesita cualquier serie para que el espectador no se aburra.
3. La veracidad de los hechos: esto se lo debemos en gran parte a Diana Gabaldon, quien se encargó de envolver esta bonita historia de un contexto histórico muy preciso y acertado. La importancia de la época, y del papel de los escoceses rebeldes, irá aumentando conforme progrese la historia.
4. El vestuario: a la protagonista intentan asfixiarla colocándole los pechos como reposa-barbillas, pero los vestidos son realmente preciosos. Aunque mis preferidos siempre serán los highlanders y los dragones de la reina, sin olvidar ese vestuario de los años cuarenta en el primer capítulo. Más avanzada la serie también podemos aprender cómo se debían colocar correctamente los kilts escoceses, todo un detalle por parte de los asesores de vestuario.
5. Los paisajes y la música: muy escocés todo. Es imposible que no guste, y era fácil conseguir que unas lomas o unos bosques de las Tierras Altas quedaran impecables en la fotografía.
Siento que he analizado más el libro que la serie, pero es que como adaptación es maravillosa, realmente fiel, y cuesta separar una versión de la otra. Me ha gustado más de lo esperado, porque están sabiendo dosificar muy bien la acción y el drama (yo esperaba que fuera un bodrio lentísimo, pero no). Puede que tenga bastante que ver con que la autora haya echado una mano a los guionistas, y yo lo agradezco.
Termino recomendando Outlander a todo aquel que disfrute con las series históricas (Downtown Abbey, The Tudors, Vikings...), pidiéndole que no prejuzgue simplemente por la etiqueta de 'romance', y que se deje envolver por ese ambiente escocés, de druidas y mosquetes, y que conozca a la impresionante Claire y su fortaleza de espíritu. Quizás no sea la mejor serie de la historia, pero bonita es desde luego (¡y apta para penes!).
Sinopsis
Claire Randall es una enfermera del siglo XX que tras finalizar la Segunda Guerra Mundial decide viajar hasta Escocia con su marido, de quien ha estado separada durante el conflicto. Allí, tras entrar en un círculo de piedras sobre el que circulan muchas leyendas, ve su vida completamente alterada cuando es trasladada un par de siglos atrás. Concretamente al año 1743, en plena rebelión jacobita, únicamente escudada por su ingenio y sus conocimientos médicos. Deberá sobrevivir en un peligroso mundo completamente nuevo y regresar a su propia época, donde espera su marido.
Tras superar una guerra, Claire se verá envuelta en otra (200 años atrás) |
Volviendo al tema que nos interesa y dejando mi vida a un lado, diré que Outlander es una serie muy especial. La sinopsis que nos ofrecen Filmaffinity o IMDB sugiere más bien una historia romántica, un triángulo amoroso y escoceses con faldas. Si bien ésa es una descripción bastante acertada, la fuerza de Outlander no radica en la relación entre los personajes, sino la contextualización histórica y la fuerza de dichos personajes.
Si no te atrae lo escocés, la historia o que la protagonista sea una mujer, vuelve por donde has venido. Y si cualquier tipo de romanticismo te repugna, mejor que tampoco sigas leyendo. Porque Outlander es amor, en una fórmula que no deja de lado la acción, el drama o la veracidad histórica, de tal modo que "hasta un hombre" (sí, porque varios estudios han demostrado que el cerebro femenino se desarrolla, y los testículos y el pene encogen, si ves más de diez segundos de romance) podría soportar más de un capítulo. Obviando el machismo de esta conclusión, procederé a destacar los puntos fuertes que he podido ver en estos primeros cinco capítulos.
1. Las interpretaciones: los personajes del libro, sobre todo los femeninos, son fuertes y sólidos. Un reparto mediocre no hubiera podido ensalzar lo mejor de la versión en papel, y el eslabón esencial de Outlander. Claire Randall es una protagonista con carácter y Caitriona Balfe se ha puesto el traje de amazona de maravilla. Jamie Fraser, con su encanto, se ha visto perfectamente representado en los rizos juveniles de Sam Heughan. Pero el gran olvidado en todas las críticas es Tobias Menzies, que acapara toda la atención en el instante en que aparece en pantalla (spoiler: ¡y eso que tiene que hacer de dos personajes!). Más camaleónico y poderoso que ambos protagonistas, creo que es justo reconocer que es el actor que mejor se ha desenvuelto.
2. La historia: si bien creo que los personajes son lo mejor que nos puede dar la serie (o el libro), su evolución y crecimiento se debe en gran parte al desarrollo de la historia. Sin prisa pero sin pausa, como suelo decir. Deja que las cosas evolucionen a su ritmo, pero sin detenerse, lo cual ayuda a que conectemos con los personajes y al mismo tiempo a mantener esa tensión que necesita cualquier serie para que el espectador no se aburra.
3. La veracidad de los hechos: esto se lo debemos en gran parte a Diana Gabaldon, quien se encargó de envolver esta bonita historia de un contexto histórico muy preciso y acertado. La importancia de la época, y del papel de los escoceses rebeldes, irá aumentando conforme progrese la historia.
4. El vestuario: a la protagonista intentan asfixiarla colocándole los pechos como reposa-barbillas, pero los vestidos son realmente preciosos. Aunque mis preferidos siempre serán los highlanders y los dragones de la reina, sin olvidar ese vestuario de los años cuarenta en el primer capítulo. Más avanzada la serie también podemos aprender cómo se debían colocar correctamente los kilts escoceses, todo un detalle por parte de los asesores de vestuario.
5. Los paisajes y la música: muy escocés todo. Es imposible que no guste, y era fácil conseguir que unas lomas o unos bosques de las Tierras Altas quedaran impecables en la fotografía.
Siento que he analizado más el libro que la serie, pero es que como adaptación es maravillosa, realmente fiel, y cuesta separar una versión de la otra. Me ha gustado más de lo esperado, porque están sabiendo dosificar muy bien la acción y el drama (yo esperaba que fuera un bodrio lentísimo, pero no). Puede que tenga bastante que ver con que la autora haya echado una mano a los guionistas, y yo lo agradezco.
Termino recomendando Outlander a todo aquel que disfrute con las series históricas (Downtown Abbey, The Tudors, Vikings...), pidiéndole que no prejuzgue simplemente por la etiqueta de 'romance', y que se deje envolver por ese ambiente escocés, de druidas y mosquetes, y que conozca a la impresionante Claire y su fortaleza de espíritu. Quizás no sea la mejor serie de la historia, pero bonita es desde luego (¡y apta para penes!).
A mí me encanta y, aunque le dediqué una entrada al torso de Sam Heughan, en verdad la veo por Claire. Que par de ovarios tiene esa mujer.
ResponderEliminarLos personajes femeninos, en general, son fantásticos.
EliminarSPOILER: por eso no me gustó nada NADA la escena de la zurra... fue como un retroceso o.o