jueves, 30 de marzo de 2017

Iron Fist



Iron Fist Poster


Netflix ha comenzado la cuenta atrás para su gran joya, The Defenders (Los Defensores), otro escuadrón de superhéroes que tan de moda están en los últimos años. Esta vez, el grupo lo conforman cuatro neoyorquinos, algunos más conocidos que otros. Desde su adaptación a series de TV por parte de Netflix, supongo que realmente los conocemos a todos.

Daredevil fue su primer trabajo, y muy bien conseguido. La oscuridad de Matt Murdock plasmada por fin en una pantalla. Le siguió Jessica Jones (mi favorita) y una segunda temporada de Daredevil con best-villain-ever (o, en castellano, un villano de la hostia). El tercero en discordia, Luke Cage, no causó tanta sensación entre el público como los anteriores, aunque a nivel personal yo disfruté muchísimo viéndola y creo que es la que tiene más personalidad (vaya, Harlem es pura personalidad y eso que sólo es un barrio, y no digamos nada de Cottonmouth).

Iron Fist era el que quedaba por aparecer. Un niño neoyorquino que pierde a su familia en un accidente en el Himalaya, luego es entrenado por los monjes de K'un-Lun y quince años más tarde regresa a Nueva York convertido en el Iron Fist (un arma inmortal) para repartir hostias y demostrar quién manda... O NO.

Iron Fist serie


Resulta que Netflix no quiso esperar tanto para sacar Los Defensores, así que tuvieron que improvisar la temporada entera de Iron Fist en un año (eligieron al actor protagonista en marzo de 2016). Quizás eso explique las licencias que se han tomado a la hora de adaptar el cómic o el mal trabajo de casting. En lugar de un superhéroe curtido y capaz de patear culos nos ha llegado a la pantalla al niño bueno del grupo, con el rostro de Finn Jones.

No es que yo sea una experta en Los Defensores, ni mucho menos. Puedo haber leído sobre ellos, pero el único al que conozco de los cómics es a Daredevil (y nunca llegué a escribir nada sobre lo poco que me gustaba cómo lo habían plasmado en la TV). Así que sobre todo voy a hablar sobre mi opinión de Iron Fist como serie en general.

Empecé a verla el mismo día que la estrenaron. Fui tan lista que me leí, después del primer capítulo, varias reviews y crítica profesional y del público. La opinión general es que la serie era una mierda. Me desanimó bastante, pero continué con ella y con las expectativas bastante menguadas para no hacer sufrir a mi corazón. Suelo recurrir a esta estrategia cuando quiero que algo me guste pero sé que va a ser un turrón (véase Jupiter Ascending). Es por ello que, aunque creo firmemente que Iron Fist es la peor con diferencia de las cuatro series, para mí no llega a la categoría de excremento.

Colleen Wing Iron Fist

La verdad es que para empezar, el casting no ha estado muy fino. No entraré en el tema del whitewashing (es algo serio y real, aunque aquí hay que culpar al cómic y no a la serie), pero ya puestos a elegir a un blanco/caucásico, podría haberse hecho una mejor elección. No sé si es por el guión o por el actor en sí, pero Finn Jones es demasiado blando para un personaje tan maduro. Creo que Netflix ha querido incluir en el grupo al "niño bueno" y le ha tocado al último de la fila hacer ese papel, siendo también el superhéroe más desconocido.

Danny Rand no convence. Demasiado iluso, demasiado ingenuo, demasiado bueno. Cómo narices ha llegado a ser el Iron Fist, nadie lo puede imaginar. Lo peor de todo es que, como viene siendo costumbre, el protagonista no puede quedar soltero. Y lo emparejan con Colleen Wing, el personaje que quizás (después de Daredevil) mejores patadas y puñetazos ha repartido en todas las series de Marvel. Todo lo que el Arma Inmortal debería haber sido. Aun así, Coleen Wing tampoco llega a ser un personaje redondo. Tanto ella como Danny Rand tienen una personalidad un poco oscura, con motivaciones que la serie falla al intentar explicarlas.

En Iron Fist, además, no hay un villano concreto. La lucha de Danny Rand es contra varios frentes al mismo tiempo. Parcelar tanto la atención del espectador no suele resultar, y creo que se ha desperdiciado a un fantástico David Wenham en el papel de Harold Meachum. Daredevil tiene una fotografía y unas peleas increíbles. Jessica Jones tiene al personaje con más carisma y más trasfondo psicológico. Luke Cage cuenta con el escenario y la música más personales. Iron Fist no tiene nada. Ha quedado todo el peso de la serie en hombros del actor principal, y la verdad es que no cumple demasiado bien porque carece de carisma. Un soso, hablando en plata.

De todos modos, para no ser todo negatividad, diré que de las cuatro es la que más rápido he visto. Diría que es la que más "vicia", al menos a nivel personal. Capítulos muy ágiles y no tan espesos como los de las otras series, que siempre caían a mitad de temporada con algún capítulo más lento y reiterativo.

Resumiendo, viendo que se me alarga esta entrada hasta la infinidad, diré que hay muchísimas carencias y quizás el agravio comparativo con Daredevil o Jessica Jones hace que éstas llamen más la atención y el público se vuelva más exigente. Pero la serie se ve con facilidad, es entretenida, tiene buenos personajes como Harold y Ward Meachum (y Trinity, aunque ahora quieran llamarla Jeri Hogarth) y probablemente sea necesaria para entender la futura The Defenders.


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