domingo, 31 de julio de 2016

Stranger Things, regresan los 80

Primera entrada (de verdad) en meses. Y regreso con la serie de moda, el pelotazo veraniego de Netflix.



Un pueblo en Indiana se ve sacudido cuando, sin explicación alguna, un joven de 12 años desaparece en su camino de regreso a casa. Su madre, su hermano y el jefe de la policía local intentarán encontrar alguna pista que pueda dirigirlos hasta él. Mientras tanto, sus tres amigos del alma deciden iniciar una investigación por su cuenta, que los lleva a encontrar una misteriosa niña de origen desconocido. 

Stranger Things comienza con un un científico corriendo por los pasillos de un laboratorio, huyendo de algo que al parecer logra darle alcance y matarlo. De ese modo, Stranger Things te avisa de que es una serie sin ciertas pretensiones. No quiere ser excesivamente misteriosa, con un secreto altamente guardado que te hará dar vueltas a la cabeza durante horas, ni traer a la mesa el mejor thriller que vayas a poder disfrutar en televisión. No, Stranger Things es una serie paranormal con una historia bastante simple y manida. Si al científico desesperado le sumas niño desaparecido, niña con pijama de hospital en mitad del bosque y gente trajeada que parece del gobierno, uno puede hacerse bastante a la idea de lo que va a pasar durante los próximos capítulos.

Stranger Things es una serie que no sorprende por su guión, como digo, ya que hay explicaciones inconclusas y el final se precipita un poco. Sus ocho capítulos saben a poco, quizás precisamente por eso. A mí personalmente me hubiera gustado que se dilatara un poco más la historia y poder seguir disfrutando de los jóvenes protagonistas: la pandilla de amigos de Will Byers, el chico desaparecido. Porque son ellos quienes dirigen la serie; que los adultos estén en un segundo plano es un desafío a las normas.

Lo que define el éxito (bien merecido, debo decir) de esta serie no es la historia, sino su manera de contarla. Es un auténtico regreso a los años 80. De hecho, no sé cuántas veces habré podido leer en diversas críticas la frase "lo que debería haber sido Super 8". Como no he visto la nostálgica película de J. J. Abrams, me creeré lo que la gente no para de repetir ya que, sin pecar de exagerada, puedo decir que los hermanos Duffer han logrado hallar la perfecta simbiosis entre E.T., Alien y Los Goonies.

Os presento a los nuevos Goonies

Los paralelismos, pese a ser bastante evidentes, no consiguen robarle a la serie su esencia propia. Uno puede entrever sin dificultad alguna la personalidad de Stranger Things, al tiempo que se regodea en los recuerdos de la infancia (soy de los 90, pero me crié viendo películas y series de los 80, como muchos otros - fue una grandísima década). En esa época Spielberg hizo su agosto. Y su influencia en esta serie es innegable. Fue el director de E.T. y el productor de Poltergeist y Los Goonies. Quizás la mención a estas películas tenga más sentido si os digo que la serie va de una pandilla de amigos que encuentran a una criatura (la niña) perdida y sin hogar, mientras que algo paranormal ronda por los alrededores. Revelador, ¿verdad? En la portada sólo falta la silueta de una bicicleta frente a la luna.

Pero el regreso a los 80 no se queda ahí. Hay una adolescente que se enamora del chico más popular del instituto y empieza a abandonar el recto camino que ha recorrido toda su vida, un policía atormentado por su pasado que ahoga sus penas en alcohol y muchos - muchísimos - cigarros, un chico asocial cuya pasión es la fotografía y una pandilla de amigos frikis en la que hay un amante de las golosinas que cecea (o su versión en inglés). La estética, el vestuario, la historia... Todo nos hace pensar en las zapatillas de Marty McFly o el pelazo de Kevin Bacon. Eso sí, por encima de todo, en la cúspide de la majestuosidad de esta serie, está la banda sonora. Culpable de que mi vejiga temblara de miedo en los momentos adecuados y de que le tenga un mayor respeto a los sintetizadores. Es una delicia ver cómo cada detalle encaja perfectamente para darnos un producto muy elaborado, muy ochentero y veraniego, que no pretende superar a otras series, sino conseguir un pedacito del corazón del espectador y quedarse ahí para siempre.



Aventuras, diversión, suspense, ¿terror?, y sobre todo amistad. Una entrañable lección de lo elásticos que son los límites de la lealtad y el amor hacia tus amigos. Sigo pensando que es un acierto dejar que sean los niños quienes cobren más protagonismo y nos guíen en esta aventura con toda su sincera ingenuidad, sobre todo con ese reparto que es un dulce. Los intérpretes de Lucas, Dustin y Mike, junto a la actriz que da vida a Eleven, son un pequeño regalo al espectador. Y Winona Ryder se sale. Puede que a veces su dramatismo se exceda, pero creo que es fácil perdonárselo, viendo el resultado final.

Me ha encantado. Tiemblo al pensar que habrá una segunda temporada y por cómo han concluido la primera es bastante probable que así sea, pero como cada vez que veo algo que me gusta bastante, temo la posibilidad de que la continuación no logre alcanzar el mismo nivel. Aun así, que nada os detenga a la hora de darle una oportunidad a esta gran serie. Cada persona con la que hablo se ha enamorado irremediablemente de ella, y puede que ensalzarla tanto la arruine para quien se cree demasiadas expectativas, pero me cuesta encontrar algún calificativo negativo para la creación de los hermanos Duffer. A los nostálgicos les encantará, a los que busquen algo diferente, también. Muy entretenida, la serie del verano con diferencia.

Y aquí un pequeño regalo para los que ya la hayan visto (¡puede contener SPOILERS!)






2 comentarios:

  1. Welcome back, Iraida. No te hice un comentario en el otra entrada porque como pedías twitter y no tengo mejor esperaba a otra xD
    Estaba pensando en verla pero claro lo de nostalgia ochentera ya me lo comí con super8 que fue una decepción (sobretodo el final porque el principio estuvo bien) aunque si dicen que es lo que la película debía ser, y a ti te gusto sin ningún tipo de prejuicios por haber visto el film, me la apunto.
    Saludos

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    1. Espero que así sea! He visto que los que no tragan el estilo de Spielberg son de los "pocos" que están descontentos con la serie :)

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